Me metí en tus ojos, en esa mirada,
y entré tan dentro que besé tu alma.
Y te hice caricias, de amor y ternura,
frutos del amor, de nuestras locuras.
Te miré de lejos y tú me mirabas,
y los dos en uno, juntamos las almas.
Me quemaste todo, me hiciste cenizas,
pues en tu mirada, me hiciste caricias.
Y yo te miraba, todo embelesado,
y loco de amor, me quedé atrapado.
Y me desnudé, despacio y con calma,
por que en la mirada, puedes ver mi alma.
Solo fue un segundo, solo fue un instante,
sentí tu cariño como nunca antes.
Estaré esperando siempre una mirada,
y decirte en ella, que tú eres mi amada.
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